Dentro de la familia de la coliflor hay una variedad que llama mucho la atención, el col romanesco. Este alimento además de tener grandes propiedades alimenticias posee una forma que bien podría catalogarse como una obra de arte de la naturaleza y que cumple con unas condiciones geométricas, que han sido estudiadas por expertos en el arte y las matemáticas, denominadas como la proporción áurea o la geometría sagrada.
La perfección no solo está presente en su exterior, pues su contenido ofrece importantes propiedades alimenticias. Es rico en vitaminas C, K y E; y ácido fólico por lo que es utilizado para prevenir el cáncer y enfermedades cardiovasculares. Además, contribuye en la disminución del colesterol en la sangre y es muy beneficioso para los riñones, debido a sus propiedades diuréticas.
En la naturaleza existen numerosos ejemplos en los que se cumple con la proporción áurea, como los caracoles de mar, las ramas de los árboles, las flores de las alcachofas y los girasoles.
Lo anterior no pasó desapercibido por los estudiosos en la antigüedad, el matemático italiano Leonardo de Pisa, más conocido como Fibonacci, fue el precursor de la idea de proporción áurea en Europa con su serie de Fibonacci (Siglo XIII), basado en estudios realizados en la India en siglos anteriores. Este principio matemático explica la armonía y lo infinito, a partir de una secuencia numérica en la que cada dígito es el resultado de la suma de los dos anteriores como se describe a continuación:
0,1,1,2,3,5,8,13,21,34 y así sucesivamente.
En la que [1+1=2] [1+2=3] [2+3=5] [3+5=8] [5+8=13] [13+8=21] [13+21=34]
De esta manera se configuró una teoría que explica de una forma matemática la idea de armonía, y que fue aplicada a diferentes disciplinas como la arquitectura, el diseño, la escultura, la pintura y la fotografía, según la cual, todo aquello que cumple con la proporción áurea es considerado bello.
El romanesco, también llamado por algunos col fractal, es un claro ejemplo natural de la geometría sagrada, debido a que su forma geométrica cumple con la ecuación matemática que compone la teoría de la proporción áurea. Está compuesto por fractales que se repiten desde su parte más pequeña hasta la totalidad del romanesco. Un alimento ideal para apreciar a nivel estético como para deleitar en la mesa.