Hace más de 500 años el Caribe fue la puerta de entrada a Colombia de diferentes lenguas, culturas y tradiciones que ahora hacen parte de nuestro día a día y por su puesto de nuestra mesa.
Aún hoy, gracias a sus playas, cultura y paisajes naturales, esta región del país continúa recibiendo a miles de foráneos en sus tierras. Según cifras de Corpoturismo durante el primer semestre del 2023, Cartagena recibió a 1.8 millones de turistas en búsqueda diversión, cultura y gastronomía.
Esta ciudad ofrece una amplia variedad de experiencias a sus visitantes y entre estas, el turismo de alta gama como el que ofrece el Hotel Sofitel Barú Calablanca.
Una experiencia de lujo en el caribe
Luego de la bajada de una lancha rápida, a un pequeño puerto rodeado por agua de diferentes tonalidades azules, hace su llegada un pequeño carrito eléctrico con personal del hotel para desplazar a los huéspedes a sus habitaciones.
Desde la entrada se puede apreciar que se trata de una experiencia de máximo lujo y confort en medio del caribe colombiano. Por cierto, el año pasado el hotel recibió el premio Luxury Lifestyle como Mejor Nuevo Resort de Lujo en Sur América.
El hotel cuenta con 187 habitaciones, todas con balcones que tienen vista al mar y dotadas con tina, máquina de Nespresso, cápsulas de Café del Quindío, tisanas de té y agua mineral.
La arquitectura es moderna y se complementa con el entorno verde de los bosques nativos. Sus instalaciones incluyen tres restaurantes, siete bares, piscinas, un Foodtruck en la playa y un spa.
Además, los huéspedes tienen la posibilidad de acceder a distintas experiencias como lo son un taller de turbantes de la cultura afro caribeña, catas de café, taller de trenzado, clase de coctelería, entre otros más.
Multiculturalidad en la mesa de Humo
Humo es el restaurante de fine dining del Hotel Sofitel Barú Calablanca. Su propuesta gastronómica está inspirada en las cocinas japonesa, china, tailandesa, francesa y peruana con el uso, en gran medida, de ingredientes locales, lo cual le brinda al comensal la oportunidad de degustar los sabores autóctonos de una manera totalmente novedosa en un contexto de alta cocina.
Quienes están detrás de la creación de los platos son Patrice Guaus, chef ejecutivo de Sofitel Barú Casablanca y Sebastián Salazar, chef de Humo. Lo más interesante de su propuesta gastronómica, es la manera como logran reinterpretar los ingredientes de manera armoniosa para dar vida a nuevas preparaciones sofisticadas.
Gastronomía sin fronteras
Como demostración por el culto a la diversidad gastronómica que caracteriza a Sofitel, el restaurante Humo celebró una cena especial llamada Gastronomía sin fronteras, la cual contó con la participación de Alexis Preschez y Fernanda Prado, ambos chefs invitados de Sofitel México City Reforma y Dominique Oudin, chef de Sofitel Legend Santa Clara.
Esta cena a ocho manos, contó con nueve pasos, cada uno con su respectivo maridaje. La inspiración para la elaboración de los platos fue la cultura asiática y peruana, fusionada con la gastronomía mexicana.
El ingrediente protagonista fue el maíz, al ser este un alimento que representa las cocinas de latinoamérica.
Algunos de los platos presentados fueron: Texturas de elote con gel de yuzu (un fruto asiático parecido al limón), Magret de pato en costra de cacao, jus huitlacoche, Medregal; un pez propio del Caribe acompañado con puré de yuca y beurre, noisette, mole verde con estragón, ejotes y habas. Este último plato, una clara demostración de la fusión de la gastronomía de Francia, México, el caribe y la región andina de Colombia.
Para el cierre, un homenaje al cacao, fruto ancestral característico de la cultura mexicana. El postre compuesto por bizcocho y ganache de chocolate, sopa de chocolate picante, crumble de cacao y sal, dió por finalizado este festín para el paladar.
Para tener en cuenta:
Quienes estén interesados en visitar el restaurante Humo, el horario de atención es de lunes a sábado entre las 6:00 pm y 10:30 pm y solo abre los domingos cuando el lunes es festivo.
El código de vestimenta es casual chic y se permite el ingreso a niños mayores de 12 años.
Se recomienda hacer la reservación con al menos dos días de anticipación.
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