En el marco del Programa de Internacionalización de Pueblos Originarios en Chile, la oficina comercial de ProChile en Colombia está organizando la primera misión comercial 2023 para seis productores indígenas que buscan consolidar relaciones comerciales en el mercado local.
Salsas de ajíes originarios del pueblo Mapuche, snacks de camote de Rapa Nui, ajo negro de la Isla de Chiloé, maqui -baya endémica chilena- deshidratado, infusiones de rosa mosqueta, sidras huilliches de manzana, maracuyás del desierto, son parte de esta muestra, una iniciativa que busca acompañar e impulsar a estos productores indígenas en su camino hacia la exportación de sus productos, promoviendo su riqueza cultural, al tiempo que mejoran los ingresos de sus familias y comunidades.
El Programa de Internacionalización de Pueblos Originarios que partió en el año 2021, en medio de la pandemia, está cimentado en un convenio entre la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena, Conadi, y la Dirección General de promoción de exportaciones de Chile, ProChile. Desde su creación, ha beneficiado a 28 empresas de los sectores de alimentos y economías creativas, las cuales han pasado etapas de formación, coaching exportador y ciclos formativos en distintas materias comerciales. Hoy, seis de ellas presentan sus marcas y productos en Colombia.
“Para nuestra oficina en Colombia es fundamental abrir, construir y fortalecer oportunidades comerciales para las empresas de comunidades indígenas chilenas. ProChile está comprometido con la disminución de las brechas existentes tanto para las mujeres como para las empresas de pertenencia indígena, a través de la promoción internacional de sus productos, servicios, riqueza cultural y el valor agregado que les da justamente su origen y trazabilidad. En el caso de esta misión, no solo son productos sabrosos y llenos de identidad, sino también, una posibilidad de entrada al circuito internacional, lo que permite edificar sociedades más justas e inclusivas”, afirmó Marcela Aravena, directora de ProChile en Colombia.


Unas onces a la chilena con chefs y periodistas colombianos
Las decisiones de compra por parte de los consumidores en el mundo entero dejaron de regirse solamente por precio. Hoy más que nunca existen otros factores relacionados con origen, trazabilidad, historia, identidad e impacto social, por ejemplo, que son determinantes.
Y así quedó demostrado en “Las Onces a la chilena”, el evento celebrado hoy en el hotel Hab, en Chapinero, y en el que los productores de los pueblos originarios presentaron frente a un panel especializado de chefs, periodistas, influenciadores y gerentes comerciales de grandes superficies, los sabores que definen la diversidad de sus territorios.
El menú dialogado, dirigido por la periodista chilena Pamela Villagra, partió con un brindis de sidra rosada de manzana producida por René Galindo de Tencai, cuya bebida está inspirada en la cosmovisión mapuche. Cautivó también la historia de Nelly Naigual de Nativo Sur, que desde Osorno, al sur de Chile, trajo maqui deshidratado a Colombia. El maqui (Aristotelia chilensis), es un árbol pequeño, endémico del sur de Chile, con propiedades antioxidantes y nutricionales espléndidas, utilizado ancestralmente como planta medicinal por el pueblo Mapuche, tanto como las aromáticas salsas a bases de ajíes, como el merkén, que elabora Sebastián Oyarzo, Willi kitral – Trapi. René, Nelly y Sebastián son empresarios de origen Mapuche.
Los asistentes también pudieron degustar chips de camotes producidos por Cecilia del Paris Burns, de Kuma Pora, que planta, cultiva, cosecha y procesa diversas variedades de camotes en Rapa Nui (Isla de Pascua), así como los blends de té y hierbas nativas chilenas de Daniela Campillay, creadora de origen diaguita de Enfusión.



Cerró la velada una sangría de maracuyá cultivada y procesada por Pedro Limarí de la empresa Pampa Concordia, en la parte más al norte del desierto más árido del mundo, Atacama, en la pampa andina chilena.
La misión comercial de los pueblos originarios impulsa, además de los sabores del territorio y el relacionamiento con otros países, el liderazgo activo de las mujeres indígenas y su desarrollo sostenible en nuestras sociedades.
El objetivo de la misión, que continúa hasta el día 17, con reuniones de negocio y visitas a puntos de venta, es crear una nueva perspectiva del comercio local e internacional, otorgando más espacio y valor a la oferta de identidad territorial de una riqueza cultural inigualable.