Botero nació hace seis años cuando su propietario Juan Camilo Charria, un diseñador colombiano, decidió irse a estudiar gastronomía a Barcelona en medio de una crisis con su carrera. A su regreso a Bogotá, estableció un negocio de hamburguesas en el barrio San Felipe, lugar en donde el ecosistema creativo y artístico bogotano ha cimentado unas fuertes bases dentro del panorama cultural de la capital.
Al preguntarle sobre el nombre de su restaurante, nos responde que se debe a que, como rasgo distintivo, las hamburguesas que ofrecen son voluminosas, así como las pinturas del artista colombiano Fernando Botero y que, además, al llevar el nombre de un artista, hace juego con el entorno de este barrio en donde prima la presencia de las galerías de arte.
Pero sorprendentemente el concepto creativo de Botero no solo se limita al arte, también la ciencia es uno de los ingredientes fundamentales de sus hamburguesas. Sus preparaciones se originan a modo experimental tal como sucede dentro de un laboratorio científico, en donde por medio de una investigación seleccionan los ingredientes que tienen una composición de sabores similar y luego, a prueba y error, hacen varias combinaciones con la finalidad de ofrecer el mejor producto posible. Este proceso se realiza una vez al mes, pues su propuesta es ofrecer un sabor de hamburguesa diferente cada mes que sea adicional a las que se ofrecen en la carta para no caer en la monotonía. A estas hamburguesas las llaman “el experimento del mes”.
Al entrar al lugar, es posible percibir que las hamburguesas serán diferentes a las convencionales, pues los colores con los que están pintada la fachada no es el que convencionalmente se utiliza para identificar las comidas rápidas. Ellos hacen uso de colores como el rosado y el verde y dentro de los elementos decorativos hay probetas de laboratorio y varias materas. Además, Juan Camilo y los demás trabajadores portan una bata de laboratorio para hacer parte de la experiencia. Incluso el nombre de cada hamburguesa está relacionado con los elementos de la tabla periódica.
Dentro de su menú se destacan hamburguesas como la Bo o hamburguesa clásica elaborada con pan esponjoso de papa para darle mayor resistencia frente a la jugosidad de la carne y las salsas, queso americano, cebolla morada que le aporta un ligero toque picante y aderezo de mayonesa de pepinillos y salsa rosada.
También tuvimos la oportunidad de degustar la hamburguesa Ch la cual corresponde a la del experimento del mes. La proteína es pollo tempurizado que combinado con miel mostaza y tocineta da como resultado un sabor agridulce y suave.
Como primicia, probamos la hamburguesa que participará este año, por primera vez, en la edición del Burger Master. Su nombre es la Bm, haciendo referencia al concurso y con ella esperan conquistar el paladar de los bogotanos y ampliar la clientela ofreciendo una carne Angus rellena queso Monterrey Jack bañada en una salsa de tamarindo, limonaria, Jack Daniels acompañada de queso cheddar y tocineta todo esto dentro de un pan de centeno.
La relación precio/ calidad de estas hamburguesas es definitivamente buena, la calidad de los ingredientes, el trabajo creativo y los conocimientos sobre gastronomía se hacen evidentes al gusto, pero quien mejor para avalar estas apreciaciones que tú mismo.