En el corazón del barrio Quinta Camacho se encuentra en una misma casa dos de los espacios más especiales e innovadores que conforman la gastronomía bogotana: OAK y la Huerta. Allí, preparan auténticos ahumados y cocteles de autor poco convencionales que utilizan ingredientes como remolacha, feijoa o jalapeños.
“En la Huerta utilizamos técnicas artesanales, procesos complejos que llevan infusión o destilados, y escogemos los productos que tienen la mejor calidad, pero sin forzar al ecosistema a que nos los brinde. Hacemos no solo los cocteles que nos gustan, sino que recibimos comentarios desde la persona que hace el aseo hasta la que atiende en la caja, ya que cada ser humano tiene un paladar distinto y cosas nuevas que aportar en el proceso creativo. La idea es ofrecerle una experiencia diferente a las personas y educarlas sobre las riquezas gastronómicas que tiene el país. Que no se queden solo en el gin tonic, sino que se atrevan a probar nuevas propuestas. Por otro lado, en el caso de OAK tenemos diferentes cortes de carnes, pero cada una de ellas no tienen un mismo sabor, como suele suceder en muchos establecimientos. Nos gusta jugar con el paladar de la gente y utilizar salsas distintas que brinden experiencias sensitivas diferentes”, asegura Jorge Domínguez, director creativo de las marcas.
Después de 23 meses de estar viajando por toda Colombia para investigar sobre diferentes ingredientes que se cultivan en todo el país, la cultura y la gente, han traído a su propuesta gastronómica 400 nuevos productos naturales y orgánicos, artesanales que reflejan la biodiversidad del país.
De hecho, dentro de su compromiso con el territorio y la gente, esperan hacer un menaje elaborado con desecho de maíz, café y aguacate, con el fin de educar a la industria en los desperdicios y para que no se compre tanto plástico. “Siempre quisimos colocar nuestro granito de arena. Ser responsables con el ambiente y la sociedad. Ser más que sostenibles, sustentables; donde podamos crear un ecosistema donde todos saquemos provecho, pero sin dañar al planeta”, afirma Jorge.
Además, con estas dos propuestas gastronómicas, buscan tener un espacio donde puedan compartir con los clientes clases de coctelería y de ahumados. Quieren abrir nuevos puntos y desarrollar nuevas propuestas gastronómicas que innoven en la industria y permitan que los comensales conozcan nuevos mundos.