Del 1 al 3 de septiembre Bogotá celebra una importante fiesta gastronómica en el Museo El Chicó por cuenta del festival A Cielo Abierto, la apuesta de Alejandro Escallón, Laura Sánchez, Nicolás Martínez y Andrés Mera, los fundadores de The Gula Group, por posicionar a Bogotá como un destino gastronómico a nivel nacional e internacional.
Hablamos con Laura Sánchez, Directora y Cofundadora de la empresa, quién nos contó acerca de la experiencia que vivirán los asistentes a este evento y las motivaciones que los impulsan a seguir generando este tipo de espacios en la capital.
Sobremesa: ¿Cuáles son los principales retos de realizar estos festivales?
Laura Sánchez: Estos festivales son complejos en términos de negocio. Es mucho lo que pasa en cuanto a la producción, la responsabilidad que tenemos con los restaurantes, la gente y las marcas que son las que hacen esto posible.
Para no morir en el intento, con este tipo de proyectos tan ambiciosos, es necesario construir un modelo de negocio que tenga sentido para todas las partes, porque acá hay muchas horas hombre, esfuerzo, pasión y un gran manejo de emociones por la responsabilidad tan grande que implica.
Nos esforzamos en crear un modelo de negocio que ofrezca un gana gana para todos.
El otro reto, es continuar creciendo. Por eso creamos los otros festivales, el Burgerville y El Papá de los Asados. Pero para llegar a ello, es muy importante aprender a medir y a evaluar.
Nosotros siempre al final de cada festival hacemos cierres y revisamos qué se puede mejorar, qué salió bien y qué no queremos repetir. Es como un poco cuestionarse todo el tiempo cómo podemos generar más valor para todos los grupos y los asistentes.
Sobremesa: ¿Cuántas personas esperan convocar para esta edición de A Cielo Abierto?
Laura Sánchez: El referente de aforo para este festival es el Burgerville del primer semestre. En 3 días asistieron 25.000 personas. La experiencia estuvo chévere en cuanto al aforo, la cantidad de restaurantes y la operación. Creo que es un buen número, por eso para esta edición de A Cielo Abierto, esperamos a 25.000 personas para cada fin de semana, es decir que en este festival estaríamos hablando de 50.000 personas.
Sobremesa: ¿Por qué eligieron a la región del Pacífico como invitado especial?
Laura Sánchez: Nosotros también queremos rendir un homenaje a las demás regiones de Colombia a través de su gastronomía.
El año pasado hicimos un viaje gastronómico al Chocó y conocimos a Zotea, que es un restaurante comunitario apoyado por la Fundación de Leonor Espinosa. Este restaurante nos gustó mucho y por eso lo quisimos traer al festival. Además todo lo que hagan aquí lo van a reinvertir en su restaurante. Nos hace muy felices poderlos apoyar en ese sentido.
La idea es poder contar historias de nuestro país en los diferentes festivales e ir sorprendiendo a los asistentes.
¿Cuáles fueron los criterios que tuvieron en cuenta para seleccionar a los restaurantes participantes del festival?
Principalmente dos: el primero, que sean restaurantes que a nosotros nos gusten. El tema de la comida es muy subjetivo, pero elegimos a los restaurantes que nosotros consideramos que lo hacen muy bien. Para nosotros la meta es posicionar Bogotá como una capital gastronómica y para eso, buscamos restaurantes de alto nivel de diferentes perfiles. Queremos posicionar a Bogotá como una ciudad con una oferta gastronómica capaz de competir a nivel mundial.
El otro criterio es elegir restaurantes que tengan la capacidad operativa para atender este tipo de eventos. Los restaurantes deben tener la capacidad de reaccionar de manera rápida para entregar la mejor experiencia a quienes están pagando una boleta. No necesariamente son los restaurantes más costosos, pero sí los que tienen un músculo de operación para poder atender bien y no quedarnos mal a nosotros y ni a los asistentes en términos operativos y de servicio.
¿Qué consideras que le hace falta a Bogotá para consolidarse como un destino gastronómico?
Nosotros hablamos mucho de creérsela. Porque siempre tendemos a pensar que todo lo de afuera es mejor, en vez de decir sí, sí podemos.
También acá nos hace falta unir fuerzas y mucho más apoyo desde el Gobierno hacia el sector. Este es un gremio que genera muchos empleos pero no existen unos lineamientos para el posicionamiento de la gastronomía del país.
El tema de la gastronomía ha sido liderada en gran parte desde el sector privado, es por eso que nosotros queremos llevar el mensaje de que en esta ciudad se come delicioso y qué hay una cantidad de restaurantes buenos.
Bogotá es una potencia gastronómica.
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