Fotos de: Gregg Segal, en su libro Daily Bread: What Kids Eat Around the World
De acuerdo con el Estado Mundial de la Infancia, desarrollado por Unicef en el 2019, al menos 1 de cada 3 niños menores de 5 años está desnutrido o tiene sobrepeso, y 1 de cada 2 padece hambre oculta, lo que menoscaba la capacidad de millones de niños para crecer y desarrollar su pleno potencial. Lo que refleja que a nivel mundial existe un porcentaje alto de malnutrición visibilizado en: retraso en el crecimiento, emaciación y sobrepeso.
Esto se debe principalmente a que 2 de cada 3 niños no reciben una alimentación mínimamente diversificada para un crecimiento y un desarrollo saludable. Por ejemplo, solo 2 de cada 5 lactantes menores de seis meses son alimentados exclusivamente con leche materna, como se recomienda. De hecho, la lactancia materna podría salvar las vidas de 820.000 niños al año en todo el mundo. Mientras que el 44% de los niños de 6 a 23 meses de edad no consume frutas ni verduras y el 59% no consume huevos, leche, pescado ni carne. Lo mismo sucede con los niños más grandes y adolescentes, quienes no incluyen en su dieta diaria alimentos nutritivos.
Es por eso que en los Objetivos de Desarrollo del Milenio se tiene como finalidad proporcionar a los niños una alimentación nutritiva, segura, asequible y sostenible. Pero para que esto se cumpla, es importante que no solo el Gobierno se preocupe por brindar un mejor futuro a los niños, sino que todos como comunidad y las industrias desarrollen sistemas alimenticios que respondan a los desafíos actuales que tienen que ver con los desiertos alimentarios, el alto costo de los alimentos saludables, las presiones del tiempo, la limitada disponibilidad de frutas y verduras frescas en muchas comunidades, y la presión que muchos niños, adolescentes y familias sienten a causa de la publicidad.
De esta forma, debemos devolverles el derecho a los niños a una buena nutrición y a la vida. Comenzando por empoderar a las familias, niños y jóvenes a que exijan alimentos nutritivos, a la vez que hay que mejorar la disponibilidad, el precio, la seguridad y la conveniencia de los alimentos saludables.
“La nutrición es el principio fundamental del desarrollo de los niños, es lo que garantiza que lleguen a una adolescencia y adultez de la manera más adecuada y con un crecimiento óptimo. Los primeros 1.000 días de vida, que corresponden al embarazo y a los dos primeros años, son claves porque en ese tiempo, más que en cualquier otro, se configura la salud de los seres humanos”, explica Marcela Fama Pereira, presidenta de la Asociación Colombiana de Pediatría, en una entrevista para Semana.
A pesar de estas estadísticas, la generación Z, generación X y Millennials se han convertido en la generación del consumo inteligente. Están dispuestos a pagar por un producto más ecológico, sostenible y ecofriendly. Y también, más nutritivos porque son consumidores más activos que investigan lo que compran, buscan y escuchan opiniones, y generan contenidos compartiendo su experiencia. Por lo que se espera que estos indicadores negativos alrededor de la alimentación infantil, mejoren, al tener más adultos conscientes de lo que ingieren.
Pero, ¿qué es lo que más consumen los niños en Colombia en este momento?
Según la Encuesta Nacional de la Situación Nutricional desarrollado por el Ministerio de Salud, los niños menores de 17 años no consumen verduras diariamente y existe una alta ingesta de azúcares. Por lo que no hay un consumo suficiente de nutrientes como hierro, zinc, vitamina D y macronutrientes como carbohidratos.
Algunas deficiencias que podemos encontrar en la alimentación de los menores están que entre los seis y ocho meses suelen brindarse alimentos sólidos antes de tiempo, mientras que entre los diez meses y tres años consumen más proteínas que frutas. Entre los cinco y ocho años existe un exceso de azúcar, y entre los nueve y trece años se aumenta el consumo de comida chatarra y gaseosas.
Estas prácticas de alimentación no son beneficiosas por lo que deben cambiarse y mejorarse. De ahí que el papel de los adultos sea brindar opciones diversas y sencillas que motiven a los pequeños a consumir alimentos con mayores nutrientes que beneficien su crecimiento. Tales como el pescado, la carne, los granos, las verduras y champiñones.
¿Qué otros retos consideras que hay alrededor de la alimentación infantil?