Gatos, elefantes, figuras religiosas, pulseras y hasta portavasos son algunos de los objetos que hace “hecho con un café”, una apuesta por aprovechar la borra del café para crear todo tipo de artesanías, elementos decorativos y bisutería y joyería.
El proceso comienza con la deshidratación de la borra, que, una vez deshidratada, se convierte en materia prima para los diferentes productos, pues toma la forma de los diferentes moldes gracias a la presión y la temperatura.
De acuerdo con sus creadores cada pieza tarda más o menos entre tres y cuatro horas en realizarse y, uno de los productos más difíciles de realizar es el set de portavasos debido a que son seis piezas que tienen un diseño especial.
Gracias a las nuevas tendencias y el uso de tecnologías, este emprendimiento con origen en Quindío, ha aprendido a utilizar algo que se creía era un “desecho” y ahora, “hecho en café” busca transmitir esta idea de negocio a los campesinos del país para poder seguir aprovechando este innovador concepto.