Ilustraciones: Mónica Casanova Torres
Para los de malas, La Ruda
Colombiano que se respete que haya pasado por una mala racha, seguramente ha escuchado decir de la boca de algún ser querido, agobiado por la situación, el siguiente consejo: hágase un bañito de ruda.
Lo que no sabemos es cuántos de ellos habrán hecho caso de este consejo. Pero es que qué pruebas existen de que la ruda cura la mala suerte, si es que acaso esta es un tipo de enfermedad esotérica que se cura como un dolor de estómago. Pues esta planta de flores amarillas, ha sido utilizada desde tiempos milenarios, incluso es mencionada en un pasaje de la Biblia: ¡Ay de ustedes fariseos! porque pagan el diezmo de la menta y la ruda y toda clase de hortaliza, y sin embargo pasan por alto la justicia y el amor de Dios” (Lucas 11:42) y su uso en la gastronomía data del siglo I en el recetario romano De re coquinaria de Apicvs, en donde enseñaban a hacer vinagres y otras recetas con esta planta.
Pero ocupándonos de sus poderes esotéricos, su uso para alejar las malas energías aparece registrado en España en el periodo medieval: “La ruda, utilizada en el Pallars para proteger a los ganados de las brujas, siendo colgada una rama en la puerta de los corrales. También en esta misma zona se colocaba una cruz de dicho vegetal en ‘la cruz de los riñones de las corderas para que les fuera más fácil parir. Otras veces aparece unida a un ramo de olivo en ventanas y puertas como protección contra rayos y malos espíritus.” afirma el investigador Pedro Montalvo.
La ruda también es la planta de la limpieza y purificación, tanto así que si se ingiere en exceso puede causar malestares estomacales como vómito y diarrea, incluso es recomendada para expulsar otras sustancias del cuerpo. Según una entrevista realizada a una partera, hecha por el antropólogo Hernando Martín Forero, esta planta funciona para las mujeres que sufren de menstruaciones dolorosas, pues les ayuda a eliminar la sangre estancada y a limpiar el útero.
Parece que la ruda es la mejor opción para exorcizar los males, siempre y cuando se esté dispuesto a soportar su rudeza.

La Ruda
Para los que quieren salir de la friendzone, Quereme
Su propuesta de valor es bastante vendedora; basta con un brebaje de esta hierba y el ser amado estará a tu lado. Según Arledys Rivera, una vendedora de hierbas entrevistada por El Tiempo, esta planta es ideal para que los amigos se conviertan en algo más como por arte de magia.
Pero la creencia en los poderes mágicos para hechizar al ser amado, no es algo que se vea solo las ciudades. En el texto Religión y Mitología de los Uitotos de la Universidad Nacional de Colombia, aparece un poema con el que las personas de esta etnia indígena amazónica le rinden homenaje a las propiedades místicas de esta la planta para atraer el amor. Refiriéndose a la planta Quereme como Jitoma dicen: “en el comienzo la hierba perfumada de Jitoma excitó a aquella mujer… La hierba de Jitoma la enloqueció”.
El deseo de amar y ser amado no discrimina, por eso el Quereme ha logrado trascender en el tiempo y en el espacio popularmente como la planta del amor mágico.
Para los que quieren limpiar sus pecados gastronómicos, Sangre de Cristo
Luego de un gran banquete, llega el remordimiento por los excesos y aparentemente no queda más que persignarse y rogar para que las grasas no hagan de las suyas en el cuerpo. Pero la buena noticia es que aún es posible exonerarnos de estos pecados culinarios a través de la limpieza que puede proporcionar La Sangre de Cristo.
La Sangre de Cristo o Fumaria, es un excelente purgante. Basta con beber dos tazas de esta infusión durante una semana y el estómago quedará como nuevo. Además, su efecto diurético es ideal para limpiar el hígado o cualquier tipo de obstrucción en las vísceras.
Cabe resaltar que antes de someterse a su tratamiento, es recomendable consultar con un médico, pues no nos hacemos responsables de los efectos que pueda tener en el cuerpo del lector esta planta. Desconocemos el tamaño y la magnitud de sus pecados y puede que sea necesario de un exorcismo con medicina tradicional para absolverlos.