Dentro de la clasificación de las bebidas alcohólicas se ha establecido una categoría denominada como las bebidas espirituosas o spirits en inglés, en principio se pensaría que se refiere a algún tipo de brebaje mágico o a bebidas con la capacidad de propiciar en el ser humano experiencias metafísicas, pero la respuesta es mucho más simple. Se denominan espirituosas a las bebidas alcohólicas que se producen a partir de un proceso de destilación de un fermento, sin importar cuál sea su origen o materia prima, ya que pueden provenir de frutas, cereales o vinos.
Antes de explicar el origen del nombre espirituosas, es necesario entender la destilación, ya que es de allí que surge esta denominación.
La destilación es un proceso químico que consiste en separar sustancias contenidas dentro de una mezcla, para obtener uno o varios de sus componentes, a partir de la evaporación y posterior condensación. El conocimiento y desarrollo de la destilación se remonta a los alquimistas árabes, quienes para el siglo I D.C ya contaban con conocimientos muy sofisticados, que siglos más adelante darían las bases para el surgimiento de la química en Europa.
Para obtener bebidas espirituosas el proceso de destilación parte del mismo principio, pero se hace más complejo o se utilizan elementos distintos según las necesidades. En primera medida es necesario un alambique, el cual consiste en un contenedor, donde se calientan las sustancias que se quieren destilar, en el caso de las espirituosas puede ser una malta o un vino; a continuación, se calienta este contenedor hasta llegar a una temperatura específica.
Imagen tomada de: https://isqch.wordpress.com/2013/04/12/como-se-hace-el-whisky/
La temperatura es crucial en esta primera parte. Los elementos líquidos contenidos dentro de una mezcla tienen puntos de ebullición distintos, y la destilación se vale de este principio para obtener por ejemplo todo el alcohol posible. Esto en términos prácticos se puede explicar de la siguiente manera:
Si tenemos una sustancia compuesta por agua y alcohol, el punto de ebullición del alcohol es aproximadamente de 78°C y el del agua de 100°C. Entonces, si se calienta el contenedor a una temperatura de 78°C el alcohol contenido dentro de la mezcla se evaporará y el agua continuará en estado líquido.
Los vapores obtenidos en este proceso pasan posteriormente por unos tubos, usualmente de cobre, donde el vapor se enfría y pasa a otro recipiente; allí debido a la disminución de la temperatura el alcohol vuelve a estado líquido.
En este punto se obtiene alcohol etílico o etanol, el cual es apto para el consumo humano. Para la obtención de ciertas bebidas como el whisky, se toma este alcohol y se almacena en toneles por años, durante este proceso la madera añade a la bebida textura, color, sabor y aroma.
Ahora si es posible entender las posibles razones por las cuales se dio el nombre de espirituosas.
Una de ellas se remonta a la Edad Media en Europa, aproximadamente en el siglo XIII, una época cargada de superstición en la que se le atribuía un carácter divino a todo fenómeno natural; en este caso se comparaban los vapores emanados en el proceso de destilación, con los espíritus de los que hablaban las religiones.
Otra explicación se refiere a que en sus orígenes estas bebidas eran elaboradas con fines medicinales, de modo que se mezclaban con hierbas y frutos. Su efectividad era tal, que eran consideradas bebidas milagrosas; tanto así que se decía que eran capaces de revivir a los muertos, como que le devolvían el alma al cuerpo.
La otra explicación indica que el proceso de destilación permite sacar el espíritu de la bebida, una forma más romántica de referirse a la depuración del alcohol.
Dentro de las Bebidas espirituosas se pueden encontrar el whisky, ron, tequila, vodka, ginebra, brandy, amaretto, aguardiente, coñac, entre otros.