¿Cuántos de nosotros ha visto una imagen de algún plato o alimentos en Instagram y ha deseado con muchas ganas poder probarlos? Es probable que casi todos hayamos pasado por una situación así, porque uno de los sentidos que nos impulsa a comer es la vista.
Según diversos estudios, ver comida apetitosa hace que automáticamente se produzca un aumento de Grelina, que es conocida como la “hormona del hambre”.
Por eso saber despertar el apetito en los comensales a partir de una imagen, es un arte que todos aquellos que tienen negocios o emprendimientos gastronómicos deben incluir en sus estrategias. Esta práctica se conoce como Food Styling y es la clave para que tendencias como #FoodPorn y #Fooddie sean un éxito.
El Food styling consiste en usar una serie de técnicas para hacer aparecer la comida de forma muy apetecible en la fotografía final, por ejemplo, usar determinado elemento para que una torta se vea más esponjosa o aplicar algún producto para que cierto alimento se vea más brillante.
Dentro de las principales ventajas de implementar estas técnicas están, resaltas las propiedades de un alimento, mayor resistencia de este frente a las cámaras, aumentar notablemente la “apetitosidad” de las comidas y por lo tanto, incrementar las interacciones y ventas de los usuarios con los mismos.
Finalmente, aunque este tipo de técnicas deben ser implementadas por profesionales, es importante que sepa algunas claves sobre el food styling: en primer lugar, el buen uso de la luz es fundamental así como prestar especial atención a los detalles que componen la imagen.