Comer es una ciencia mucho más compleja de lo que parece. Cada alimento que ha llegado hasta nuestro plato ha tenido que atravesar por diferentes fenómenos sociales, culturales, artísticos e históricos que combinados con los saberes tradicionales, técnicos y hasta científicos han desembocado en una creación culinaria.
Desde esta perspectiva, los alimentos tampoco han escapado al análisis semiótico o de los signos. Según la teoría del lingüista suizo Ferdinand De Saussere, el signo es una entidad que consta de un significante y un significado. El significante, es la parte perceptible o sensorial (los colores, los sonidos o las formas) y el significado la idea que se asocia a este elemento perceptible o significante.
¿Y a qué va todo esto?
Parece que las frutas y verduras esconden un significado entre sus formas o eso establece “La Teoría de los signos” , según la cual las similitudes que existen entre los alimentos, que nos brinda la naturaleza, y los órganos del cuerpo humano, indican para qué son beneficiosos. Lo sorprendente, es que al analizar los nutrientes que los componen, esta teoría comienza a cobrar validez.
Esta es una lista de los casos más reconocidos entre similitudes entre alimentos y órganos junto con sus beneficios:
Tomate – Corazón
La estructura del tomate es parecida a la de un corazón humano. Entre los beneficios para este órgano que brinda el tomate está el aporte de licopeno, un antioxidante de la familia de los carotenoides que ayuda a prevenir las enfermedades cardiacas y mejora las funciones antitrombóticas y antiinflamatorias.
Zanahoria – Ojos
Un corte transversal de una zanahoria nos deja ver la similitud entre esta y el ojo humano. Este vegetal rico en betacarotenos, es transformada en nuestro cuerpo en vitamina A la cual previene las cataratas.
Champiñones – Oídos
La forma de estos hongos es similar a la de una oreja y es una alta fuente de vitamina D, ideal para optimizar la resistencia ósea, lo cual resulta beneficioso para los pequeños huesos del oído porque previene su deterioro acelerado.